Nos comentan: Como casa de formación hemos tenido la gracia de poder vivir esta Semana Santa compartiendo con nuestros hermanos de la Prelatura de Humahuaca. Una experiencia significativa que dejo huellas de sencillez y simpleza en lo admirable e inentendible del misterio de Semana Santa. Allí la cruz es el caminar de todos los días, bajo las necesidades y condición de vida pero que se redime en la sencillez de una fe honda en sus creencias y modo de vivirla. Donde uno se deja sorprender por el Dios que se hace presente fuera de la tumba, Resucitado en la alegría de una simple sonrisa, o un saludo fraterno.
Compartimos con quienes vienen todos los días al comedor el “almuerzo” pascual. Celebramos la Nueva vida que Jesús nos viene a ofrecer, los abuelos y personas necesitadas, se mostraron muy contentos al igual que cada una de nosotras.
Con los jóvenes de la parroquia preparamos el calvario de la 9º estación en la esquina de nuestra casa, la tarde del viernes nos reunió con su calor pero disfrutando de poder compartir,
Nuestra Madre la Virgen, nos esperaba en la Parroquia el sábado por la mañana para llevar adelante junto con a las Hermanas Mercedarias de la Caridad la celebración en su honor. Por la noche celebramos junto a nuestros Hermanos Claretianos y las hnas Mercedarias la vigilia Pascual con un rico asado. El domingo también nos esperaba el almuerzo comunitario.
Hicimos la experiencia de poder llegar todos los días a las comunidades del campo. Norma y Maira compartieron cada una de las celebraciones junto con el P. Blas en las comunidades de Chucalezna y Uquía. Mabel y yo (caro) junto con el P. Miguelito fuimos a compartir con la comunidad de Iturbe. Angélica compartió con la gente de la parroquia. El domingo celebramos la Pascua con nuestros hermanos de Coctaca.
Damos gracias a Dios por tan linda experiencia y también a nuestras hermanas de Jujuy y Humahuaca por tan calida acogida.
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