Judith nos invitaba en la tarde de ayer a contemplar nuestro sur, donde el hielo nos da la sensación de frío, oscuridad…representando aquellos desencantos que tenemos en la vida, aquellos miedos, deseperanzas, momentos dolorosos y de pruebas.
El oeste nos acompaño luego, invitandonos a tira las redes al otro lado, a dejarnos llevar por la obediencia a la voz del señor
Por la noche frente a jesús sacramentado pudimos entregar todo lo trabajado hasta el momento, dejando que el señor siguiera hablando encontrandonos cara a cara con él….
En este día domingo de resurrección, esperamos encontrar nuestro norte, jesús mismo, a quién debemos dar una respuesta, como la de maría de betania: “desmesurada”, deramar el purfume, el más caro, el mejor si queremos ser generosos y responder con amor a la vocación a la que el señor nos llama a cada una, desde el servicio y la alegría, amando hasta el extremo….
Nos queda un ratito de la tarde donde haremos una oración compartida terminando con la eucaristía, la mayor entrega de amor que jesús hizo por nosotros
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