Texto del Mensaje ACÁ
Tras la urgencia de un mundo nuevo, la Iglesia acoge a los jóvenes y a sus diversas instancias como el signo de una siempre promisoria nueva primavera y les indica a Jesús como el modelo de amor que hace nuevas todas las cosas.
"Los responsables de las instituciones pública están llamados a operar de modo tal, que las leyes y los diversos ambientes de vida sean penetrados por el humanismo trascendente que ofrezca a las nuevas generaciones las oportunidad de la plena realización y trabajo para construir la civilización del amor fraterno coherente con las más profundas exigencias de verdad, de libertad y de justicia del ser humano".
“Los jóvenes deberán ser operadores de justicia y de paz en un mundo complejo y globalizado. Lo cual hace necesaria una nueva alianza pedagógica de todos los sujetos responsables".-
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